....porque este uno de septiembre comienza otra vez la pesadilla..., han vuelto, están desatados, y no pararàn hasta tenerlos a todos....:
Eran el hijo, la madre, el abuelo, dieciséis monjas y dos letrados en el quirófano, entonces, con el pecho y la carcassa del paciente abiertos, disco y serrucho en mano, el cirujano preguntó: «Bién, señores, vamos a hacer una votación para decidir por mayoría qué es lo que debemos cortar aquí». A lo que respondió Sor Angélica energizada: «Señor mío, no lleguemos al extremo de que, con todos a la mesa, y a punto de repartir pan y vino, tengamos que decidir democráticamente quién es el padre».
